Por Carlos Hirz
Cuando el presidente Alberto Fernández en su última conferencia de prensa del 10 de abril confirmaba que una de la excepciones a la cuarentena obligatoria era la apertura de los locales de servicios para neumáticos y, al mismo tiempo, en una especie de cadena nacional, daba la bendición diciendo que se autorizaba la producción de neumáticos necesarios para el servicio y recambio de cubiertas en vehículos destinados al servicio sanitario, seguridad y transporte de insumos varios, entre otros, a partir de ese momento la “home office” de los ejecutivos de las tres empresas fabricantes de neumáticos del país: Fate, Bridgestone y Pirelli empezaron a tomar un ritmo intenso de trabajo de manera virtual. Se había encendido para este sector la llama del desafío para ver de qué manera en pleno aislamiento se podía volver a fabricar cubiertas en San Fernando, Llavallol y Merlo bajo las estrictas normas impuestas por el gobierno para preservar la salud del trabajador argentino. Una decisión para nada simple de llevar rápidamente en la práctica pues hay varios factores en juego para tomarla en un momento cuyas condiciones, en medio de una pandemia, nunca se experimentaron en el pasado. Entre los puntos a tener en cuenta está el hecho de que producir un neumático con poco personal no es sencillo. Su proceso de elaboración requiere que todas las áreas de la fábrica estén funcionando al mismo tiempo, es decir desde el ingreso de los insumos hasta el armado final de la cubierta, y este proceso no puede detenerse a diferencia, por ejemplo, de la fabricación de un auto que si tiene algún faltante la pieza se puede colocar en la unidad luego de salida de la línea de montaje. Por eso en las compañías se está analizando con qué dotación mínima se puede lograr la producción diaria en un solo turno con los recaudos de seguridad correspondientes y, al mismo tiempo, las áreas de recursos humanos -en conjunto de las tres compañías-, están negociando intensamente con el gremio, el Sindicato del Neumático (Sutna) en qué condiciones se concretará la vuelta del personal a las fábricas que hasta antes de la cuarentena le dan trabajo directamente a unas 5.000 personas. Por otro lado, un tema clave de la producción de cubiertas es la logística vinculada con los destinos de los mercados a dónde van dirigidos los neumáticos atados a tres segmentos importantes de la economía: el mercado de reposición, el abastecimiento a las fábricas automotrices (mercado original) y las unidades que llevan como destino la exportación. Como los centros industriales de las terminales de autos arrancarían sus líneas de montaje en la mayoría de los casos recién el 4 de mayo y, teniendo en cuenta que, por otro lado, la exportación está restringida (limitada por la operatividad casi nula administrativa en la Aduana), las empresas están apuntando al mercado del aftermarket, es decir, a la venta en las gomerías que desde hace una semana retomaron parcialmente la actividad en sus instalaciones. A la vez, hay otro tercer tema muy importante en juego para la vuelta a la producción y tiene que ver con el tipo de neumáticos que se fabricará pues entre las tres compañías se abastece con fabricación local a todos los segmentos del transporte: autos, pick-ups, utilitarios, camiones, buses y también agrícolas. Al decir de un ejecutivo con alto rango de unas de tres empresas, claramente hoy la escasa demanda que existe en el mercado está centrada en utilitarios, camiones y las destinadas al campo, es decir en aquellas actividades sectoriales que hoy están funcionando al compás de las excepciones que hay en plena cuarentena. Lo concreto es que las “Big Three” están trabajando intensamente para ver cómo se retoma la producción y esto dependerá en mucho de lo que se acuerde esta semana con el gremio del sector. A modo de conclusión, el análisis a grosso modo refleja que si la producción de neumáticos comienza en lo inmediato será sólo para abastecer el mercado de reposición y que probablemente Fate se convierta en la empresa en dar el puntapié inicial teniendo en cuenta que hoy es la única empresa que fabrica para todos los segmentos y al tener separada la elaboración de las cubiertas para camiones y utilitarios de las de autos, le daría cierta ventaja para trabajar con una dotación mínima. Las dos firmas restantes, Bridgestone y Pirelli que abarcan con su producción autos, pick-ups, utilitarios, y agrícola, están analizando la ecuación económica, es decir cuál sería la rentabilidad de sólo hacer una o dos líneas de neumáticos para arrancar con la producción antes del 4 de mayo. Más allá de cada una de las decisiones finales empresariales, daría la impresión que el sector del neumático sería el primero en encender el motor industrial en tiempos de pandemia.
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