Por Carlos Hirz desde San Carlos de Bariloche.
Apasionado de los autos clásicos y actual presidente de la empresa Havanna, Damián Pozzoli, hace casi un año asumía la presidencia del Club Automóviles Sport y entre sus primeras decisiones fue la de darle una vuelta de tuerca a la 1000 Millas Sport, la emblemática convocatoria deportiva del CAS y la carrera de regularidad de autos clásicos más importante de Latinoamérica. Nacida hace 31 años bajo el influjo de la famosa Mille Milla italiana y gestada gracias a una cultura de amigos, aficionados a los autos deportivos que disfrutan de correr, coleccionar y preservar estos vehículos -espíritu sagrado de los 150 socios del CAS- la competencia argentina logró obtener un merecido prestigio internacional. Año tras año, edición tras edición, en ella se han venido alternando reliquias provenientes de importantes museos de autos internacionales hasta personalidades ilustres mundiales de lo más diverso: desde ex pilotos de Fórmula Uno hasta dueños de corporaciones de fuerte impacto en la sociedad. Al igual que el World Rally Car de la Argentina encontró en las sierras cordobesas los caminos ideales para su disputa, las 1000 Millas Sport también con el paso de los años fueron estableciendo su habitad natural en la ciudad de Bariloche donde toda la troupe hace base en el Hotel Llao Llao para luego correr la prueba durante tres intensas jornadas en los increíbles caminos rionegrinos y neuquinos de la Patagonia.

“Nuestro objetivo desde el Club es renovarnos en forma permanente, aportar cosas nuevas. Por eso a partir de esta edición quisimos darle un aire diferente incorporando al recorrido de 1000 Millas nuevos lugares y acercando el evento a la comunidad de Bariloche. Hemos escuchado las inquietudes de las autoridades y los vecinos para que se acerquen y disfruten de los autos” sostuvo Pozzoli quien en este año dejó su rol de piloto para oficiar de anfitrión y todas las mañanas a la 7.30 de la mañana fue el encargado de dar el banderazo de partida a los binomios en cada etapa desde la rampa especialmente colocada en la entrada del majestuoso Llao Llao. Para cumplir con el objetivo de una 1000 Mill Millas Sport reanimada, con el apoyo de la Comisión del CAS, Pozzoli decidió poner el armado de esta edición en manos de una empresa especializada, Claramunt Garage, al comando de Daniel Claramunt un experto en la configuración de este tipo de carreras de autos históricos y cuya organización dio muestra de estar a la altura de las circunstancias incluso con el rápido armado en el cambio de recorrido que hubo que hacer el ultimo día ante un posible corte en la ruta en la etapa que llevaría a la caravana hasta el Bolsón. Y el esperado primer encuentro de las 1000 Millas con la gente se dio con la largada simbólica en pleno Centro Cívico de Bariloche, meca por años de estudiantes y de turistas que esta vez ofició de parque cerrado de los 120 autos clásicos en donde fueron verificados entre la curiosidad de los visitantes y al compás del show musical de percusión de “La Nube” para luego recibir el fervor del público ante la bajada de bandera a cuadros en la simbólica largada que contó con la presencia de Enrique Gennuso, el intendente de esta ciudad al borde del lago Nahuel Huapi. Cuatro días después, en la misma rampa pero con el cartel de «llegada» en su fachada, los autos de las 1000 Millas volvían al Centro Cívico para despedirse del público local hasta el próximo año.

“En el aspecto deportivo tuvimos seis sectores de pruebas totalmente nuevos para los participantes- explica Daniel Claramunt- dentro del entorno natural que sólo la Patagonia puede ofrecer”. Pero las novedades de la edición 31° estuvieron también más allá de los caminos. Bajo el “Concurso de la Elegancia” este año se premiaron los dos mejores vehículos de cada categoría FIVA y de entre ellos surgió el “Best of Show 2019”. También se innovó en la visita de nuevas locaciones de hospitalidad, (tanto en la etapa uno,en la etapa dos y en la etapa tres), es decir en las paradas que hicieron los competidores entre las pruebas especiales para almorzar o merendar con cierta similitud a un tour gastronómico de primer nivel. Se visitaron el Hotel Correntoso, el Santuario de Villa la Angostura; el Club de Campo Dos Valles, el centro de ski Chapelco; el complejo Los Baqueanos; hasta el centro tecnológico modelo INVAP. Todo impecable: desde la acreditación con la entrega de mochila, campera azul y un excelente road book con todas la hojas de ruta hasta el cierre final en la noche de la cena de gala donde se entregaron casi 90 trofeos de honor entre los binomios participantes y durante la cual se realizó con un fin solidario una importante subasta con autos y obras de arte a beneficio del Banco de Alimentos y la Fundación Challenge Argentina (ver nota más abajo). Durante el coctail previo a la cena un competidor veterano de esta prueba que participó con auto de importante hándicap nos ayuda en modo conclusión y dice: “Estas 1000 Millas fueron excelente, hubo pruebas especiales de todo tipo de caminos, tuvimos días con lluvia y sol y además el ganador se decidió en el último tramo”. Por supuesto, las 1000 Millas Sport también tuvieron su aporte de varios sponsors entre ellos la automotriz Audi que puso su gama de vehículos a disposición de los organizadores y, en nuestro caso, nos invitó a participar del encuentro y cubrir esta competencia a bordo de un A3 berlina S Line de 190 caballos de fuerza. Gracias a esta unidad fuimos testigos de estas renovadas 1000 Mil Millas que, según el presidente del CAS, seguirán con el impuso innovador el año que viene con fecha ya confirmada del 25 al 28 de noviembre, claro está, en San Carlos de Bariloche. Será nuevamente un encuentro con el espíritu deportivo intacto para disfrutar, entre hombres y mujeres, entre familiares, amigos e invitados extranjeros, de los protagonistas de la gran competencia: los increíbles autos de pre y posguerra y otro tantas joyas de clásicos más en excelente estado de conservación….. Vendrá el desafío de subirnos a bordo uno de ellos y cubrir periodísticamente la prueba de otra manera.., la propuesta ya está en manos de los popes del CAS.


Un Casco para Moto, Vedette de la Subasta
Ni el Ford A Roadster de Luxe de 1931, ni el Torino TS Coupé del año 1973, de manera inesperada un casco deportivo 721 Huck edición especial con la marca Gulf en sus costados (foto arriba) se convirtió de manera inesperada en la vedette de la subasta solidaria (en favor del Banco de Alimentos y la Fundación Challenge Argentina). Cuando desde una de las mesas de la Cena de Gala uno de sus integrantes había ofrecido 300 dólares por el casco para moto, el locutor Ivan de Pineda al notar que eran varios los interesados por el casco en esa misma mesa y con el consentimiento de los ejecutivos de la petrolera británica presentes en la sala, abrió el juego a todos los participantes e initados y empezó a preguntar quienes más querían ese casco con el valor acordado. La respuesta fue un éxito: un total de 21 personas levantaron la mano por lo que gracias a este implemento de seguridad se lograron recaudar UDS 6.300.-. Esta fue la tercera suma más significativa de la subasta superada sólo por la de los dos vehículos: el Ford A Roadster llegó a los USD 31.000.- y el Torino Coupé del 73 a los USD 15.0000.-. También se subastó una inscripción para participar de las 1000 Millas del año que viene en USD 6.000.- El resto de lo subastado fueron: un cuadro Triunf TR3 (USD 3.000.-); una obra de arte sobre Juan Manuel Fangio de Pablo Bernasconi (USD 3.500.-); un vino Bianchi Cabernet Sauvignon de 1987 (USD 3.500.-); y una escultura Bugatti de Esteban Serrano (USD 5.000.-): En total se recaudaron USD 74.600.-









