Cuando se piensa en adquirir un auto usado, es importante hacer un diagnóstico de la mecánica en general y el estado del chasis. Para ello, es importante evitar el deterioro de la pintura y protegerla de la corrosión. Si bien la pintura tiene el poder de resistencia necesario para soportar las inclemencias climáticas, agentes externos como la temperatura, la radiación solar, las lluvias, o las partículas que se desprenden de los árboles, pueden dañarla. Por este motivo, durante la cuarentena, los vehículos que han quedado estacionados durante meses en la vía pública o en cocheras sin ningún tipo mantenimiento sufrieron importantes daños en la pintura.Los expertos de repinturas automotrices de BASF, aconsejan realizar periódicamente un mantenimiento de la carrocería para que no pierda brillo, color, poder de protección y por lo tanto, valor de reventa: Lavar el auto semanalmente: Ayuda a eliminar partículas que puedan rayar el automóvil. Para ello, es preferible utilizar productos de limpieza específicos que no quiebren la estructura química del barniz y esponjas no abrasivas. Atacar los puntos de corrosión a tiempo: Es muy importante que la corrosión no se expanda en la carrocería. Si la pintura muestra averías, se recomienda llevar el vehículo a talleres especializados y reparar los daños. Algunos compuestos químicos, combinados con agentes externos, pueden causar desgastes en la pintura. No dañar la carrocería con productos químicos: Evitar solventes como kerosene o alquitrán de asfalto. Hay que evitar que agentes externos como el polen; excremento de aves; o polvo, penetren en el barniz. Para ello solo es necesario utilizar agua y jabón neutro. Otra de las sugerencias es tapar los vehículos con fundas cobertoras impermeables. Ante cualquier signo de corrosión, agrietamiento, o desgaste de la pintura, se debe acudir a profesionales capacitados y avalados por un organismo de certificación como ISO9000, que trabajen con productos de repintado automotriz de calidad.
